Max (Jamie Foxx) lleva doce años detrás del volante de su taxi y está curado de espantos. Las caras pasan por el retrovisor, la gente y los lugares entran y salen de su vida. Pero una noche, en Los Ángeles, se ve obligado a llevar como pasajero a un asesino a sueldo (Tom Cruise) que está cumpliendo un encargo.