Unos terroristas secuestran una estación petrolífera en la costa de California, con la intención de activar una bomba electromagnética sobre los EE.UU., permitiendo de esa forma un ataque masivo sobre el país. El capitán de un remolcador (Eddie Griffin) que sobrevivió a un ataque de los terroristas, es reclutado por una agente del FBI (Vivica A. Fox) para que se infiltre en la plataforma y averigüe los planes de los terroristas.